Me intriga que, nunca dejarás retratarte mientras imagino el panorama, está de más. No estás aquí, no me dejas estar allá y me brotan ideas inexistentes o próximas a nacer. Y comienzo a pensar si permitirás algún lejano día imprimir mis ideas con tu tinta.
Soles de papel encienden mis anhelos, cuando viajan por mi mente los flachazos de tus pares tan perfectos. Sabes de cuales hablo, aunque existen varios, en sólo uno me concentro.
Y de verdad, aunque no sé mucho de poesía, alguna vez me pregunté si en los sueños nos permitimos escribir poesía visual? porque si es asi, un montón de bolitas se adueñan de mi cama. ¿Y luego? ¿qué se hace cuando se tiene un volcán debajo de las vértebras? Si bien lo sé y mal lo dudo, eso lo provocas tú.
Mi memoria, es una máquina donde se fabrican sueños, y aunque ultimamente tienda más a decepcionarte que a encantarte, sueño que estás al otro lado, viendo mis pupilas, y es entonces cuando soñar adquiere otro significado para mi.